La parafina es fácil de usar y ayuda a humectar la piel a niveles profundos. Humecta la piel porque aumenta el fluyo sanguíneo en el área tratada y como consecuencia mejora el estado del hueso. Esto hace que la humedad de las capas profundas de la piel se expanda a las capas superiores. Además de aliviar el dolor, debido a la parafina, esta humedad no puede evaporarse sino que regresa a las capas profundas ayudando así a hidratar, alimentar y rejuvenecer la piel. Para aliviar el dolor de los dedos es recomendable, por ejemplo, calentar parafina mezclada con aceite mineral a una temperatura de 48 o a 51o C, para luego mojar los dedos o tomar baños tibios o calientes. Después de un tratamiento de parafina la piel se siente súper suave. Los resultados son inmediatos, visibles y palpables. Una vez que la pruebes te convertirás en fanátic@ de este tratamiento.